OSCAR PORRAS

Ciencia y esperanza


Hablar de ciencia, es hablar de la historia tangible y programada del ser humano, es entender la realidad tal cual, con argumentos contundentes y específicos, pero mas que eso es una manera de pensar, de encontrarnos realmente con nosotros mismos.

Yo pienso que la caída en la estupidez del ser humano radica en su condición facilista de las cosas, la ciencia no se ha popularizado por la complejidad misma que ella merita, complejidad que con el transcurrir de los años va a ser mas evidente no porque la ciencia cada vez sea mas difícil sino porque la sociedad cada ves va a ser mas practica y simple, en otras palabras perezosa. Lo curioso del caso es que popular o no es algo que siempre logra lo que se propone, para bien o para mal, es la herramienta mas valiosa que poseemos y sin embargos son muy pocos los que realmente se preocupan por ella. Lo que el autor propone y estoy totalmente de acuerdo con ello es que popularizar la ciencia no busca crear modas ni tendencias, sino una manera de vivir lejos de la ignorancia, una sociedad con mas verdades que utopias, con mas progreso, una sociedad mucho mas humana a partir de un mejor conocimiento del ser humano mismo.



Un matrimonio entre escepticismo y asombro

Hablar de este matrimonio es bastante interesante porque para mi alli esta una de las claves para la evolución de la ciencia - por ende de la humanidad - y para seguir encontrando cada ves una verdad mas verdadera. Es necesario como en cualquier matrimonio que existan el hombre y la mujer, en este caso el crédulo y el escéptico, sin embargo una pareja no es estable cuando el uno es sumiso ante el otro, cuando el uno manda y el otro acata ordenes, pues allí es cuando se aburren y empiezan los problemas. Lo mismo pasa cuando se cree mucho o cuando definitivamente se es demasiado escéptico y no se cree en nada. Como dice un dicho popular: ni tanto que queme al santo ni poco que no lo alumbre. Los extremos son malos y la clave para que la ciencia cada vez llegue a un mejor proceso de desarrollo esta en lograr un equilibrio entre escepticismo y asombro; equilibrio que se consigue a través de la capacidad de argumentación. La sociedad tiene que dejar el temor a recibir nuevas opiniones acerca de cosas aparentemente “intocables” y esa minoría escéptica debe aprender a argumentar de manera contundente su escepticismo y a aceptar que algunas veces sus creencias están soportadas en falsos argumentos.
Contradictorio o no, esta sociedad crece a partir de la diferencia de opinión, pues ello es lo que nos lleva a cuestionarnos, a indagar, a investigar acerca de lo que somos, de donde venimos y para donde vamos. Esta es la esencia de el ser humano: estar en una constante búsqueda de la verdad



Los verdaderos patriotas hacen preguntas

En este capitulo se habla del gobierno, específicamente de la democracia, democracia entendida como un experimento, es decir, las estrategias que se adoptan no son totalmente verdaderas o validas. Estos experimentos establecen cambios buenos o malos, pero por su misma noción de experimento no se sabe lo que es y depende de la sociedad misma lograr que esos cambios los beneficien y no por el contrario los perjudiquen. Esta democracia esta expuesta a la corrupción cuando no se tiene en cuenta al pueblo y por el contrario aparecen intereses netamente personales. Sin embargo la culpa de ello esta en el pueblo mismo, en su ignorancia y en su desatención por algo que finalmente los afecta en todos los sentidos. Por ello, el verdadero patriota es el que se pregunta, es el que se cuestiona si realmente lo que los gobiernos hacen esta bien o mal. Y es allí, en la pregunta donde las cosas cogen otro rumbo, es a partir del cuestionamiento donde las ciudades crecen o se destruyen asi mismas. Sin embargo esto no es tan fácil, pues preguntar implica tener conocimiento y por ello las sociedades tienen que educarse, el pueblo en si debe tener una formación que le permita tener argumentos y bases para identificar si algo esta bien o mal, deben cultivar el pensamiento y mas aun, deben pensar en conjunto, como sociedad no como individuos sueltos inmersos en un espacio. Los verdaderos patriotas se preguntan, porque los verdaderos patriotas saben que el estado no tiene una verdad clara y totalmente favorable, el pueblo es el que finalmente tiene que controlar a sus gobiernos, teniendo conocimiento que existen herramientas claras para ello.

Como puedes ayudar a mejorar la calidad de vida del ser humano desde tu profesión?

Nuestra labor como arquitectos en la sociedad es bastante compleja y más aun es diversa. No es simplemente como algunos piensan, el crear soluciones a determinado tipo de necesidades. La arquitectura va más allá. Empecemos partiendo del hecho de que un espacio construido, creado, es el primer contacto físico, concreto, tangible, que el hombre tiene con la realidad, con su realidad como ser humano, como ser que piensa, que razona, que crea, y es allí donde la arquitectura juega un papel fundamental en el desarrollo de la sociedad, puesto que la condiciona, crea las condiciones para su desarrollo, genera estímulos y microentornos que conciente o inconcientemente alteran el comportamiento y la forma de pensar de los individuos. El arquitecto en principio tiene que saber identificar un problema, desmenuzarlo en sus mas mínimos componentes para tener una visión micro y macro de lo que pasa, y mas que eso debe buscar la mejor solución a ello. Al hablar de la mejor solución me refiero a identificar no solo el como resolver ese problema sino como evitar problemas futuros, como, a través de los espacios generar y estimular maneras de vivir, de pensar y de actuar que hagan que la sociedad involucrada vaya en pro de si misma y no en perjuicio de sus intereses. Como arquitectos tenemos una responsabilidad social, científica, ética y tecnológica que nos hace participes del desarrollo del ser humano. Esta es mi manera de mejorar la calidad de vida de los seres humanos, hacer ver la arquitectura como la base del actuar del mismo.


LA ESCLAVITUD TRAS UN JUEGO DE PALABRAS


Hablar de esclavitud no es nuevo, todos sabemos que es y como ha perjudicado a al humanidad desde siempre, lo realmente asombroso es identificar como en el siglo XXI este proceso de esclavización de personas aun continua y peor aun, esta presente en una manera mucho mas latente y comprometedora con la sociedad.

Es cierto que con la aparición de los derechos humanos todo hombre tiene pleno derecho a ser un ser libre, a expresarse y a vivir como mejor le parezca, también es cierto que existen muchas leyes que amparan este derecho, que lo fortalecen y lo “hacen cumplir”, pero así mismo es cierto que todo eso se ha convertido en una cortina de humo para que este delito se siga cometiendo igual o peor que en los siglos pasados. Este juego de palabras lo único que ha hecho es alejar a la sociedad misma de esta problemática. Y es que hay que entender que las cosas no se cambian con intentar imponer algo mediante palabras en un papel, con pretender que una ley o una norma puede cambiar el curso de algo. Si algo tiene la humanidad es sagacidad y creatividad para modificar las cosas a favor personal, y el creer esto es lo que ha potencializado en gran medida este fenómeno.

Es totalmente cierto que quienes cometen este delito es un mínimo porcentaje de la sociedad, sin embargo es más cierto aun que el verdadero responsable de este fenómeno es la sociedad misma, que sin darse cuenta genera el ambiente propicio para hacer de esto un verdadero negocio. La globalización, expresada en los tratados de libre comercio y en el consumismo, la avaricia y las ganas de acumular capital, y hasta el mismo calentamiento global, son fenómenos que la misma sociedad se ha encargado de crear, y sin saberlo se han convertido en una amenaza para cada uno de nosotros.

Y es que la esclavitud no esta enmarcada simplemente en la noción de trabajar para alguien sin ser remunerado, o de trabajar forzadamente, a esto hay que agregarle un nuevo significado, y es el de ser esclavos de nuestros propios deseos, de nuestro afán por consumir y por querer siempre mas de lo que tenemos o podemos tener. Esto es lo que lleva a mucho a buscar un sueño que termina en pesadilla.